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Mostrando entradas de abril, 2025

Mamá

No se le caían los anillos. Al menos así plantaba cara a la adversidad. Llevaba un tiempo casada, cuando una del pueblo la criticaba por recoger carbón caído en una obra de asfaltado. Mi abuela respondió con altanera actitud. _Que no tuviera otra cosa de la que hablar de su hija. Mis padres celebraron las bodas de oro. Fortaleza de relación basada en respeto y amor. Mamá fue niña. La primera después de los hijos varones. Su presencia familiar le atribuyó obligaciones que sus dos hermanas posteriores esquivaron.  basada en respeto y amor. Mamá fue niña. La primera después de los hijos varones. Su presencia familiar le atribuyó obligaciones que sus dos hermanas posteriores esquivaron.

La vaquería

La vaquería. La vaquería. En nuestra casa había un pozo. Papá decía que era el que ahora se conserva dentro del parque que actualmente ocupa el que fue mi barrio de las Tenerías. Cuando el agua estuvo en buenas condiciones para nuestro consumo, ya no se iba a la fuente. Mamá hablaba de ese periodo. No tengo la vivencia. Su recuerdo está filtrado de aquello nombrado. Puedo testificar otro tiempo. El de una pubertad. El agua subía a dos depósitos que se mantenían llenos gracias a un motor activado a diario.

El dolor

El dolor El dolor Recuerdo mi infancia de actividad. Aunque integrarme en lo superficial siempre ha sido difícil. Pienso que desde que mis hormonas hicieron de las suyas he tenido muchos tropiezos. Actualmente, desde la distancia temporal que supone estar a unos meses de unos posibles 71, mi mayor quiebro es la migraña recurrente y desajustes digestivos. Me permito caminar, cuando se puede, por mi resistencia física y por las condiciones climáticas. Ayer pude disfrutar un largo recorrido. El regreso fue accidentado. La noche insomne. En 1992 me operaron. Una histerrectomia. Tras un ciclo de desmejoría. Miomas que hacían de mis menstruaciones un proceso cada vez más difícil de llevar. Mi vida social se fue quedando atrás. Muchas veces no llegaba a esos encuentros porque tenía que reponerme. El trabajo empezó a ser otro pilar tocado por el desgaste. Después llegó el periodo de llegar al lado de mis padres. Andaba en la cuerda floja. Hubo un primer contacto con la psiquiatría. Depresión. ...

Habitar la vida

No sabía  No sabía que vivía en el mejor de los mundos. Mi infancia, jugando con tierra, agua y barro. Subiendo a una higuera que estaba en la vera de una acequia de riego. Paseando con los perros. Observando insectos y arañas. Gozando la proximidad del río Isuela. Baños en la acequia y ríos a los que íbamos a pasar la tarde, llevando la comida preparada por mamá. En esa camioneta amarilla, con la que se hacía el reparto de la leche de nuestras vacas. Hasta mis dieciséis ese era mi mundo. Pensé que la casa siempre sería mi añorada, pero pronto me sentí habitante complacida de piso, ascensor, bañera,... Me volví urbanita. Desde ese tiempo el asfalto es lo primero que alcanzo cuando salgo. Amo el cielo cambiante y los árboles de nuestras calles. También sus parques. No habitaria la casa ni viviría una vida similar a la de mi madre. Esa era su vida. La mía quiere ciudad donde perderme. Me congratula la gente en la calle y pájaros y otras aves que se aproximan a esos árboles aún sin ve...