Entradas

9 de enero del 2023 Reflexiones

  Porqué será que los hombres, que van de fuertes y resueltos se pierden. Será el excesivo cuidado del mundo que les rodea. Será su demanda de atención. Si hubiera un mundo en que los imputs y modelos recibidos desde el nacer no diferenciara por razón de sexo genital, ni asignara género, ¿sería igual? No se sabe. No se sabrá. No sólo se forma la identidad en el entorno familiar, que también, sino que hay estructuras patriarcales que marcan clase y género. Hay una base de cuidados a los demás que no asume el entramado social, sino que asigna a mujer o clase social a su servicio. Para que una mujer u hombre no deba hacerse cargo de determinadas tareas, dígase domésticas y de atención a ancianos o enfermos, además del cuidado de los hijos e hijas, debe tener a otros que carguen con ello, retribuyéndolo o por razones familiares, como las de esos padres mayores que se ocupan de sus nietos en momentos, que hacerlo supondría no poder atender a la dedicación profesional. Se reclama poder conci

Reglas y leyes

 Conflictos familiares  Mis padres ejercían un control férreo sobre mi persona. Querían evitar la vergüenza familiar. La hermana de mi padre había sido mancillada. Embarazada antes del matrimonio. Preñada. Empaquetada. La tía de papá había sido a usada. Él decía que se aventó. Se fue a Zaragoza. Se fue o la echaron de casa. Lo más seguro. Acabó casada y en Argentina. Papá perdió la comunicación por carta. Le devolvieron la última. Él había quedado huérfano de madre a temprana edad. El abuelo lo había sacado de la escuela ‘a comer pan de aguces’, en palabras de papá. De boyero. Durmiendo en la paja. Esa era su vida antes de la guerra civil. El ‘amo’ mandaba sobre él, y el padre, mi abuelo, cobraba su jornal. Cuando enterraron a su madre no le dejaron asistir al funeral, ni al entierro. Papá era el primogénito. La hacienda era de su madre. Él era heredero legítimo, su padre tenía el usufructo de campos y vivienda. Por ley, en Aragón, no habiendo hijos varones, la mayor heredaba. Mi abuel

Borrado

 Destrucción  Muchas veces, con rabia y tristeza, destruí cosas. Rompí. Quemé. Golpeé. Entre esas cosas, muchas fotografías. Quería borrar ese periodo de mi vida. Ahora las borro de la memoria digital, real y virtual. La decepción de esa persona en la que deposité mi confianza me lleva a no quererla ver ni en pintura, nunca mejor dicho. También, entre lágrimas, mirándome al espejo, he cortado mis cabellos, ahogando mi dolor con alcohol. No he golpeado, pero sí que he gritado, sacando del pecho mi desesperación. En muchos aspectos, me identifico con mis progenitores, cuando observo mis reacciones. La ansiedad, cuando se instala, me corroe. El periodo en que quemé, fue cuando viví con mis padres. Teníamos calefacción individual, con una caldera en la cocina, que se alimentaba de carbón y todo lo que se pudiera quemar. En esa época quemé cartas. Cuando descubrí que mi madre las había revisado. No soporté su falta de delicadeza y tacto.  Siempre he sido celosa de mi intimidad. Tuvimos conf

Vergüenza

 Vergüenza  La vergüenza sentida y vivida. El origen del que avergonzada evitaba hablar en esos años en que iba al instituto cargada con libros y cuadernos, y otros útiles. Me avergonzaba no ser cómo creía eran las demás. El primer año fue el de preparatoria. Para el ingreso. Una maestra para las chicas, y un maestro para los chicos. Lo superé. Mi primo no. Para él se terminó el intento. Seguiría los pasos de su padre. Carpintero. Mi hermano no se interesó por el estudio. Él que iba sobrado. Cuando hice las prácticas de Magisterio conocí el que había sido su maestro. Me dijo que era un chico muy inteligente. A mi hermano la vida le ha llevado a la música. Siendo adolescente, mi primo incitó a sus amigos, entre los que estaba mi hermano, a formar un conjunto de música ligera, al que dieron el nombre de Los Makois. Mi primo escogió la batería, y mi hermano la guitarra solista. El local de ensayo lo ofrecieron mis padres. En el reparto de la casa que habían comprado les había correspondid

La vida

Tenías ganas. Lo deseabas. Querías. Buscabas. Ansiabas. Te costaba. La vida no era aquello que preveias. Vivirla. Sentirla. Admitirla. Preveerla. Demolerla. Eludirla. Se iba desmoronando en cada uno de sus pilares. Tus manos vacías. https://labrysmoom.wordpress.com/2022/10/13/tus-manos-vacias/

Ayer

Ayer Ayer Ayer soñaba. Ayer creía. Ayer la vida me lo parecía. https://labrysmoom.wordpress.com/2022/10/13/ayer-2/

Lectura

Imagen
Hace tiempo que no me enganchaba una lectura. Ayer empecé. Tuve que pausar la para ir a dormir.  Con ganas de seguir saboreándola.