referentes
Admiré a mi profesora de Matemáticas. Ella hizo que me sintiera capaz. Incluso me llevó a obtener una matrícula de honor a mi tierna edad.
De mi experiencia docente, concluyó que ella creía en mí.
Con los años, mis gustos y capacidades han ido variando.
Hubiera querido ser ella, en esa preadolescencia franquista.
Qué suerte haber tenido ese referente. Qué suerte la mía.
Mis puntos fuertes, entonces, ocultaban mi lenguaje lector y escritor.
Fue otra mujer, profesora de Lengua y Lieratura en COU. Ella alentó esta competencia.
De nuevo, la suerte me vino a visitar.
Lo casual en la vida ha ido marcando hitos.
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